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viernes, 11 de mayo de 2012

Creciendo desde el pie. Gonzalo Perera.


Cuando un texto elogia a un grupo de jóvenes, es difícil no caer en
demagogias, facilismos o incluso resbalarse por la penosa pendiente de
actitudes paternalistas.

Consciente de esos riesgos, escribo desde las tripas, porque la ocasión
lo amerita.

Lo hago cuando acaba de terminar la primera de tres charlas programadas
por los Jóvenes de la 1001 para dar contenido programático a la
movilización frenteamplista en vistas a mayo. En la ocasión, me tocó el
honor de participar junto a Marcelo Abdala (Secretario de Organización
del PIT-CNT) y Pedro Aristondo (Secretario de Organización de la FEUU)
en un panel sobre «Uruguay Productivo». Seguirán «Uruguay Integrado»
y «Uruguay Democrático», los días 16 y 23 de mayo, a las 19 hrs, en el local
del FIDEL en Mercedes y Yi.

No le voy a contar lo que dije, querido lector, que no fueron más que
pensamientos en voz alta entre compañeros, sin mayor sustancia, créame.

En cambio le voy a contar lo que oí, lo que ví y sobre todo lo que sentí.

Oí análisis muy finos de mis compañeros de mesa, oí diversas e incisivas
preguntas de muchos participantes.

Oí sobre cómo convocar, entusiasmar, concretar, bajar a tierra,
mirar estratégicamente, analizar con perspicacia, militar con amplitud.

Ví un grupo de jóvenes que me emocionó. Porque son la semilla buena,
la que legará muchas rosas que quizás otras generaciones no supimos
cultivar. Son los jóvenes que siempre están presentes cuando hay que
estar. Los que son capaces de pensar la Revolución sin corset, y desde
una dimensión humana, fraternal y sensible. Desde la concretita, cotidiana y
palpable.

Sentí que quizás buena parte del camino recorrido en mi experiencia vital, incluyendo
sus zonas más jodidas, seguramente haya sido para, por decantación,
por sucesivas opciones de vida, llegar a donde estaba en ese momento.
Donde no sobran los medios (ni los económicos ni los de comunicación),
no se apetecen los cargos, no se aseguran avalanchas de votos, no se practica
la interesada palmadita en el hombro cuando te va bien y el dar vuelta la
cara cuando te va mal. Donde se cultiva la fidelidad tanto a los principios generales
como a las convicciones más íntimas, a los compromisos ideológicos y a las profundas
alegrías y broncas personales. Alguna que otra vez tuve opciones donde
la comodidad apuntaba en una dirección y la convicción en otra. Sé que
no es fácil y lo mucho que cuesta optar por la conciencia tranquila y la frente en alto,
para quien humildemente y en la medida de sus posibilidades, prefiere ser
fiel a lo que cree.

Me dí cuenta que, aunque la edad no lo sugiera, yo no era allí referente sino
más bien referido. Porque mis jóvenes compañeros, en su autenticidad y esfuerzo,
transmitían, más que preguntas, lecciones desde el ejemplo de presencia,
perseverancia, coherencia.

¿Pero cómo se hace, querido lector, para que esos jóvenes compañeros
maduros, militantes, serenos y generosos, puedan ir tomando poco a poco
el timón de mando? Junto a sus similares de otras organizaciones, que no se
trata aquí de chiquiteces, que nobles frutos de las mejores cepas hay en distintas
vides 

¿Cómo se hace para que esta nave recale en buen puerto?

Por lo pronto, equilibrando, no depositando todas las fichas en ninguna canasta,
sino haciendo que se distribuyan y articulen.

Por lo pronto escuchando: la inmensa mayoría de quien ha sido  votante del FA en las tres
últimas elecciones coincide en señalar su acuerdo con un Frigorífico Nacional
multimodal, independientemente de cuál sea su preferencia sectorial o de líderes referenciales.

Por lo pronto apostando a poner los puntos sobre las íes y a no ir contra el
efecto sino contra la causa. Tal y cual lo señalara el PIT-CNT, no es hacia la
criminalización juvenil que hay que apuntar, sino al tráfico de pasta base,
posible "gracias" a diversas confluencias de intereses que hacen emerger lo
peor de la furia contenida en parte de la juventud que no ha sido debidamente
integrada.

Con los ganchos y los oídos abiertos para aprender de la vida, del obrero,
de la mujer y el hombre sencillo, de la sonrisa y la puteada, de la vuelta de
mate y truco, de lo universal y muy particular, del maestro de Tréveris y el
más irreverente grupo de rock.

Sin intelectuales funcionales, sin profesionales del hablar complejo y del
camuflar mezquindades. Hablando claro y sencillo. Fraternalmente, pero sin
rehuir al pan, pan y al vino, vino.

Yo estoy absolutamente convencido que sería una bendición para nuestro FA
que lo presidiera Juan Castillo. En eso, Ud. querido lector, estará o no de acuerdo.
Pero estos jóvenes, en plena campaña hacia mayo no hicieron un acto
para aplaudir al candidato. Es importantísimo lo que decidamos el 27
de mayo. Pero ellos hicieron una instancia para debatir contenidos, porque
el mundo no empieza y termina el 27 de mayo y menos que menos, el
tremendo desafío de cambiar el mundo de raíz.

Pase lo que pase el 27, una juventud así, como la que me convocó a mí
para hablar y que en cambio me regaló su esperanza, su bronca, su inquietud,
su perseverancia, su fe, su convicción, hace mucho que no es futuro sino presente, y debemos en
el FA respetar el lugar que se han ganado.

No «darles» ni «concederles», sino «respetarles» SU lugar, ganado no a fuerza de cédula, 
sino en base a estar siempre.

De la semilla que está siempre hundida en la tierra de la sociedad, algún
día los buenos vientos y aguas harán brotar la rica cosecha. Si no hay semilla,
no hay milagro.

Las verdades más profundas son, al final de cuentas, muy sencillas. Y suelen hallarse agazapadas tras opciones de vida. Como Ir o quedarse. Seguir o parar. El cargo o la conciencia. Los principios o la conveniencia. Los votos o la claridad. El poder o el compromiso. Creer en la juventud, escucharla y crecer con ella, o pretender, desde un pedestal infundado, aleccionarla.

No me cuenten para dar lecciones ni cátedra de nada. Cuéntenme nada
más ni nada menos que para ir creciendo desde el pie, junto a esta juventud,
junto a esas caras llenas de convicción, capacidad crítica y madurez,
que señalan la ruta a seguir. Muy larga, pero que vale la pena, si es en
tan buena compañía.

3 comentarios:

  1. EXCELENTEEEE , y COMPARTIDO !!!!

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  2. Hace un tiempo ya que vengo asistiendo y participando en actividades convocadas por estos jóvenes que se nuclean en "REDES FRENTEAMPLISTAS", si de política partidaria se trata, porque hay muy convincentes organizaciones sociales que se mueven por diferentes temas que a todos preocupan, pero ellos las encaran con mucha seriedad y alegría que no se contradice. Cada vez que he asistida a esas movilizaciones salgo sintiendo lo mismo que tú. Y luego oímos que a los jóvenes no les interesa la participación, no al estilo de los años 60, pero si al estilo del nuevo siglo: MILITAR CON ALEGRÍA Y EN PAZ".

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